por Rafael Navarro Barrón ¿Quién fue el imbécil que decidió la suspensión de los 57 millones de pesos del fondo Subsemun destinado a ciudad Juárez? ¿Quién fue el inepto funcionario público que ordenó tal medida? ¿en qué cabeza obtusa se puede tejer una declaración favorable a la medida, tan solo para quedar bien con el poder político, o sea, con el imbécil que ordenó suspender los recursos? Como sé que algunos políticos se rasgarán las vestiduras al leer este artículo periodístico, permítame hacer una pequeña declaración del adjetivo ‘imbécil’. Aclaro que el término no es un insulto, sino una descripción, una forma de ubicar actitudes y ejercicios indebidos de la función pública. El significado original de esta palabra está muy lejos del que actualmente tiene. Procede del adjetivo latino imbecillis y el correspondiente sustantivo imbecíllitas. Imbecillitate Augusti nuntiata... se traduce "habiendo sido anunciada la enfermedad de Augusto..." Imbecíllitas ánimi se traduce ...
Las manos son el instrumento más terrible del pecado: con ellas tocamos las cosas que ensucian nuestra vida; son las manos armas mortales e instrumentos de condenación, cuando tomanos con ellas lo que no es nuestro. Sean entonces nuestras manos instrumentos de bendición, de amor y de solidaridad... jamás de muerte.