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Entrevista a Patricio Martínez

UN DIÁLOGO CON PATRICIO MARTÍNEZ ‘No me persigue ningún fantasma’ Entrevista y redacción Rafael Navarro y Emilio Arriaga Ese día el candidato priísta lleva una camisa blanca. Impecable. Es la prenda oficial de su campaña. En uno de los bordados dice su nombre ‘Patricio Martínez’. Una ligera arruga sobresale a la altura del abdomen. Su figura es la de un hombre que se cuida. Siete años después de haber sido gobernador, su cabellera es totalmente blanca, pero le luce, según las damas que lo abrazan y lo reciben emocionadas en las giras de proselitismo, la mayoría de ellas en las colonias de Juárez. Ahora es candidato al Senado de la República, por el PRI. Frente a los reporteros del periódico El Mexicano, el ex gobernador habla del pasado, pero abunda en el futuro, en lo que se puede hacer por el México que se nos fue “en doce años”; ¿el tema fuerte? Los mitos que se han tejido en torno a su persona. Se deslinda y rechaza ser un hombre violento y haber lanzado en alguna ocasión un celular sobre la humanidad de quien fuera su Procurador de Justicia, José Solís Silva, ‘El Chito’, como se le conoce en su natal Camargo. Sobre Javier Corral, el candidato panista al Senado, ataja “no hay nada que debatir con él… ni lo leo, ni me entero de lo que dice de mí…no me interesa”. El auténtico debate, según Patricio Martínez, será en el Senado de la República, allí hablaremos de federalismo, de demandas reales, de cómo para darle autonomía real al municipio y que no siga siendo un dependiente del gobierno federal… “allí si debatiré”, adelanta. Se apresura a atajar el tema de Tomás Yarrington, el ahora ex gobernador priísta de Tamaulipas acusado de lavado de dinero y de nexos con el narcotráfico: No, no, no, mire, no se haga bolas, no hay para que entrarle a ese tema de jurisdicción federal, jurisdicción federal, jurisdicción federal. El tiempo corre rápido frente a un excelente conversador. Hace unos días inició el diálogo. El primer encuentro abundó en contenido de libros y temas histórico-políticos. Reencuentros. Coincidimos los presentes que estamos frente a una de leyenda humana: sobrevivió como un caso médico mundial a un disparo en la cabeza, tema en el que abunda y destaca como aquel viernes 19 de enero, cuando aceptó una operación que sería la antesala para “el peor día de toda su vida”. “Mi vida después de eso es un reintegro”, pero asegura que no odia. Lo sintetiza con frases y pensamientos directos: A mí no me persigue ningún fantasma, soy un hombre que tiene su conciencia tranquila, he hecho en la vida lo correcto. Vivo en paz, y no nada más en paz, sin obsesiones, sin amarguras, no me persiguen los fantasmas ni de eso, ni de nada, ni de nadie, no solamente estoy en paz, vivo la vida con alegría Acordamos no realizar una entrevista política, sino un diálogo. Platicar como si estuviéramos todos en un área llena de mecedoras, sin tiempos marcados. En la ‘mecedora’ imaginaria se mecen políticos en retiro o sin cartera, son los amigos de Patricio quien aclara: yo no tengo grupo. Dos de ellos formaron parte de la desastrosa administración del ex alcalde José Reyes Ferriz. Patricio Martínez García se refiere a Reyes Ferriz como “un amigo personal”, pero no defiende su administración a la que no se atreve a calificar como lo hace todo mundo, como “la peor que ha tenido ciudad Juárez”. Cuando habla de esa administración, la enorme figura de Alfredo Urías Cantú, el ex tesorero de Ferriz, se encoje y queda al tamaño del ex director de Obras Públicas, Sergio Acosta del Val, también presente en el diálogo con Patricio. Ninguna se inmuta. Están allí, en la sala de Consejo del periódico El Mexicano, como héroes de una pírrica batalla, la de la impunidad administrativa de un gobierno que hasta el candidato Martínez rechaza, por “mal llevada”. El tiempo ha pasado. Hace siete años entregó la silla de gobierno a otro priísta, José Reyes Baeza. Platica: Hace unos días regresé a Parral, ¿a qué cree usted que me regresé a Parral?, a ver el juego de beisbol. Y ahí tocó la casualidad y me insistieron mucho sobre el juego, “no vayas a faltar, es que se celebraban 10 años de que fue inaugurado el estadio de beisbol”. 10 años, cuando me dijeron eso, se me vinieron los 10 años encima. “Dije: cómo que 10 años, es mucho, no es cualquier cosa, pero sí. Para mi sigue siendo ‘nuevo’ el ‘nuevo estadio de Parral’. Reflexiona: pues no, no está nuevo ya tiene 10 años. A los que tienen 60 imagínense, que clasificación les queda. Hay políticos que les hace mal no estar en el poder, pero a usted le hace bien. Lo veo muy bien últimamente. “Sí, estoy bien, sí estoy bien, afortunadamente”. Su memoria es prodigiosa. Discutió hace unos días con el director del periódico sobre la autoría de los libros ‘El Gran León de Dios’ y ‘Médico de Cuerpo y Alma’, las historias noveladas de los personajes bíblicos Pablo y Lucas. Frena el comentario cuando el periodista se equivoca de autor y cita a Mika Toimi Waltari, quien entregara al mundo la extraordinaria novela ‘Sinuhé, el egipcio’. ¡No, no es correcto!, dice el ex gobernador. El autor no es Mika… piensa algunos segundos y recaba el dato. Taylor Caldwell, la escritora inglesa radicada en los Estados Unidos. Yo si quiero que regrese como gobernador, voy a votar por usted, le refiere el reportero Emilio Arriaga con seriedad. Todos sospechamos que no está bromeando. “Muchas gracias. El tener disciplina paga buenos dividendos, el no tener excesos, desveladas, comidas y bebidas. Hacer ejercicio, y tomar los problemas de la vida como parte de la vida, sin que estos lo lleven a uno, ni a las angustias que enferman, ni a estados anímicos que no le permitan a uno a seguir trabajando y progresando. Consientes de que en la vida, hay tres cosas que no se pueden evitar: Uno, los problemas; dos, los impuestos y tres, la muerte. ¿Qué más? Nada… nada, con mucho gusto de recibirlo una vez más… Muchas gracias. Y luego con todos los amigos que trae. Algunos de mucho peso (jajaja). En todos los sentidos Estamos listos para este diálogo. No queremos que se nos vaya a ir antes de terminar la última pregunta. “No hay nada más contradictorio que un candidato que sistemáticamente llega tarde, o que siempre esté viendo el reloj… así es que no me voy a ir, sin que antes terminemos con la última pregunta. Excelente. “Hacemos las cosas rápido pero bien”. Como sucedía en los tiempos de su gobierno, rememora el director del periódico El Mexicano, Rafael Navarro. Recuerdo que estábamos trasmitiendo un programa de radio y llegó sin avisarnos. Alguien nos dijo: aquí está afuera el Gobernador… venía oyendo el programa de radio y quiere hacer un comentario. Nos aventamos como 4 horas de programa ese día. “Ahí nomás”, dice Patricio. Y nos dijo lo mismo, no tengo apuro, así es que adelante. Y estaban todos los conductores de los otros programas detenidos, esperando y no podían empezar porque teníamos ocupada la cabina. Bromea: “en ese tiempo no teníamos problemas con el IFE”. … Y era usted el Gobernador. “Ya lo sé, por eso lo digo como chunga. Porque ahora con el IFE se tiene una sobre regulación que…bueno, es necesario que las autoridades tengan control sobre una serie de hechos pero, ‘ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre’. Creo que en eso, está un poquito excedido el IFE y las normas. Porque ya está en los límites de la inconstitucionalidad, porque limita realmente la libertad de expresión. Pero bueno, es lo que tenemos y con eso trabajamos y no hay problema. Quisiéramos empezar por preguntarle, siento que se ha empezado a derrumbar el mito de que su figura, es una figura no muy querida en el Estado y, particularmentei en Ciudad Juárez. No digo que se esté olvidando quién es usted, en la figura polémica. No es eso, pero siento que lo están recibiendo, que lo están atendiendo y que hay de alguna manera expectativas en cuanto a su candidatura, ¿es una percepción personal, o usted también lo está empezando a ver en el campo político? Lo que usted afirmó en la pregunta, lo agradezco, porque me da la oportunidad de contestarle con parte de la pregunta: Efectivamente, es un mito y como dijo Calderón de la Barca, respecto de que “la vida es un sueño y los sueños, sueños son”, pues los mitos, mitos son, y con esta presencia que el Estado, quedó plenamente demostrado, lo que usted afirma en su pregunta: Mitos… se tejen muchos mitos, en aras de los intereses políticos de los diversos grupos que están en escena. Hubo especial interés de algunos grupos políticos económicos de orientar una imagen a su gusto, que les favorezca, pero el tiempo pone las cosas en su lugar. Y a las personas también y sobre todo los mitos los pone en su lugar, en el compendio de la mitología. Pero ¿a ver? En ese mismo campo, se llegó a decir que usted no quería Ciudad Juárez, y se manejó, inclusive, a nivel de difusión por parte de amigos y enemigos. “¿Y quién pagaba la difusión? “Jajajaja”. Ese es el punto. “Acuérdese del ambiente que teníamos de un terrible choque de estructuras partidistas. ¿Pero con fuego amigo también? “Bueno, estructuras partidistas son de auto flagelo… ¡pero sin duda! De autoflagelaciuón, unos le llaman grupos, y otros les llaman tribus, hay partidos que están conformados por tribus, lo reconocen ellos mismos así es que no es extraño. Mire, en el contexto que eso se dio, y conforme ha pasado el tiempo, ha evolucionado la política, la visión y el sentimiento de la población respecto de lo que hay de congruente, entre la palabra y los hechos en los políticos, es decir lo que dicen y lo que hacen. Es decir no hay duda, los hechos desmienten los pobres argumentos de quienes hicieron esas afirmaciones. ¿Por qué?, pues a ningún municipio viajé más siendo Gobernador, más que a Ciudad Juárez, a ningún municipio se le invirtió más, que a Ciudad Juárez, en obra, en apoyos al municipio, en apoyos a la sociedad en desarrollo social, en similares, en educación. En educación se hizo una labor de regenerar lo que estaba totalmente deprimido, deteriorado. En camiones, cascarones, regados en las colonias como salones de clases, levantamos todo eso, no había agua en gran parte de la ciudad. Y cuando la quisimos traer, se soltó otro mito, que era agua envenenada. ¿La de Anapra? “Y hasta la fecha, y desde ese día me bañe con todo y traje”. ¿Y tomó agua? “Y me tome las jarras enteras en esos momentos, porque estaba haciendo mucho calor, y míreme aquí. Creo que hasta es mejor que el agua de Tlacote, con eso le digo todo, pero fue un mito. Y ¿por qué se desarrolla ese mito?, porque cuando no hay capacidad de realización, en ciertos grupos que tienen grandes ambiciones de escalar, el nivel de la política, lo que hacen, es usar el presupuesto para denostar y denigrar, la afirmación es mera casualidad respecto de hechos, que se estén presentando en la actualidad. No vaya a pensarse, está claro que… todo lo que estamos comentando aquí, lo estamos comentando del pasado. ¡No!, no estamos comentando del presente. Hace tiempo que quiero hacerle una pregunta, y sé que con su capacidad analítica me la va a entender, ¿Le gusta ser Patricio Martínez? El candidato hace una gran silencio… toma espacio y dice. “Me parece que no se requiere una gran capacidad analítica para las personas que traemos puesta la camisa y los zapatos en su lugar. Porque hay quienes traen los zapatos en la cabeza y la camisa en las piernas. Cualquiera que traiga el sombrero puesto, o bien puesto, sostiene, que aquella vieja canción “yo soy quien soy y no me parezco a naiden”, yo creo que en eso, es lógico, todo ciudadano, todo actor es quien es y siempre, en un afán de superación, de la orientación, de los pasos de la vida diaria, por la mejor ruta que lleve, al final del destino de la vida diaria, así es que lo que puedo decirle, es que la vida no me ha sido fácil. Me ha resultado muy dura, desde niño aprendí a trabajar y me pusieron a trabajar los fines de semana, cuando mis compañeros se iban a la escuela, al gran recreo del fin de semana, a jugar basquetbol y otros deportes, a mi me dejaban trabajando en el negocio familiar, para que aprendiera a trabajar. Me resultaba muy duro. Al paso de los años, le agradezco, sobre todo a mi madre, que haya tenido ese empeño por enseñarme a trabajar y ensenarme que la vida, no puede ser un recreo, o que en todo caso el recreo, debe ser dosificado y combinándolo con el trabajo y con el trabajo y con los quehaceres que la vida le impone a alguno. Así es que si volviera a nacer, volvería a ser lo mismo, no estoy arrepentido de mi vida, claro, corrigiendo los errores que se tienen en la vida, pero básicamente la estructura central en la ruta que seguí, sería la misma. Corrigiendo los errores, ¡porque los hay!, porque hay gente que se levanta todos los días y hay capítulos de su vida que no los acepta o que quisiera haberlos modificado a tiempo. Creo que hay mucha gente que quisiera ser Patricio Martínez, viendo en usted a un hombre exitoso en la política, en las empresas que ha tenido y que sigue teniendo, pero es posible que haya personas que lo conciban o lo están percibiendo como aquel individuo que se subía en su macho… como Gobernador, y que en torno a esa figura se generaban muchos mitos, de que en ocasiones era muy duro con su equipo de trabajo, que en ocasiones hubo momentos de mucha rispidez con ellos, y que hasta les gritaba con cierta energía, para exigir un mejor trabajo. “¡Eso no es cierto, eso no es cierto!”. ¿Un mito, lo del celular, que se le aventó en una ocasión a Chito Solís (ex Procurador de Justicia)? “Jamás… le voy a decir por qué. Los celulares son muy caros,. Eso no puede ser. Jajajaja, eso es otro mito, jamás, jamás he quebrado un celular. Sé lo que valen. Lo que me cuestan. No, no, no, menos al licenciado Solís ¿Por qué?”. ¿Por lo grandote que está? “Además, ponerse al tú por tú con un peso pesado, pues no, no, no es por ahí. No, mire una cosa es tener firmeza, y en ocasión es dureza, y otra cosa es ser déspota. Nada más quiero decir una cosa, tengo colaboradores que son mis amigos, o que han sido mis grandes amores. Algunos amores de llorarles de cariño cuando se van. Tengo colaboradores que tienen 20, 30 y 40 años trabajando conmigo. Hace 3 años se me murió una colaboradora que venía corriendo conmigo la vida durante 39 años, es que llega un momento en que si es una colaboradora, o si es parte de la familia. Si hubiera esa incapacidad, de la relación humana en la persona, no podría tener colaboradores de larga duración, porque es imposible que aguante. Ahora, en el Gobierno, es otra cosa, En el Gobierno no es una kermes, es llegar a servir y servir de tiempo completo y con toda la capacidad que se tiene y más. ¿Por qué? Porque tres años es muy poco en un Gobierno Municipal, y uno de los grandes problemas en México, es que no se entiende esto, y como no se entiende, dicen: es que hay que buscar la reelección…es que hay que hacer los periodos por 5 años. No, si tienes 3 años, usa los tres años a toda velocidad y con toda eficacia, y son más que suficientes para transformar una ciudad, y no lo digo de dientes pa’ fuera, ahí están los hechos, en tres años logramos transformar Chihuahua. ¿Cómo?, a todo lo que daba el acelerador, sin descanso y el descanso se tiene al final de los 3 años, ahora sí, váyanse todo mundo de vacaciones, pero mientras a trabajar, sábados y domingos incluidos, y en las noches de sábados y domingos, patrullando el presidente municipal, vigilando a ver que andaba haciendo la policía municipal. Eso hacía. Y en las madrugadas viendo a ver cómo llega el personal de limpia, a ver si los camiones, en qué iban a trabajar. Estaban limpios, los camiones no pueden ser un basurero rodante. Que todo eso se delega, sí, deléguelo, y que los que son delegados, deleguen y el primero tiene una superestructura, cara. Ya no alcanzó el dinero, y segundo para cuando el de enfrente, que es violinista, y le dice al de la décima fila, que esta poquito desafinado, la versión que va a llegar al final, es la del viejo cuento, “que te vayas a la porra, porque no sirves para nada”. Entonces hay que hacerlo, en directo, ágil, sin titubeos y con firmeza. No es cuestión de terquedad, no es cuestión de amacharse, de quedarse ahí como se queda una mula con esa terquedad y nadie la mueve de ahí. Se trata de que vamos a realizar un proyecto ¿cuál?, vamos a regenerar el centro de la ciudad, ¿qué se necesita?, lo primero que se necesita es decisión. Usted cree que El Palomar de Chihuahua se habría hecho buscando consensos. ¿Consensos de quién?, ¿de cuántos? El único consenso que se necesitaba era entre el propietario, o habitante o posesionario de ahí, con la autoridad. Era el único consenso que se necesitaba, pero consensos de otros grupos, ¡para nada, para nada! Porque lo que iban a hacer, era entorpecer una negociación que, está muy claro, ¿a dónde iba?, quitar aquella barriada, llena de indignidad, de basura, de aguas negras, de niños naciendo, creciendo en muladares, y provocando además con esa deformación urbana, falta de urbanidad en todo el centro de chihuahua, y hacerlo, en tres años, sin pedir prestado. Y dejarlo ahí, con todas las críticas que en su momento hubo. Lo menos que dijeron es que era una obra de relumbrón. Hoy es el centro de la ciudad; es el centro de paseo, de miles de familias. ¿Y hasta el centro político?, casi todas las actividades ahí se hacen. “Y artístico, y sin pedir prestado y con el recursos propio del Municipio, y en tres años, y moviendo a miles de gentes a otro lado de la ciudad. De un esquema de indignidad, al de dignidad. ¿Esto cómo se logra? Con claridad, de lo que se pretende y con firmeza. No hubo un solo paro, todo se negoció. ¿Quién dice que no se negociar? Lo que pasa es que si usted quiere verme negociando con los directores de la anarquía y los promotores del revoloteo, sistemático. Sobre el presupuesto público, olvídese, ahí no hay nada que negociar. Y bueno, eso obviamente crea versiones, que no son versiones, son distorsiones. ¿Y la posesión de los grupos intermedios, cómo los observa? “Obviamente que son valiosos, y en esos casos fueron un factor fundamental. Usted cree que El Palomar en Chihuahua, lo podríamos haber hecho sin la participación del Club de Leones, de los directores de escuelas, de los vecinos de las colonias y barrios de alrededor de la ciudad. Todos los fines de semana viernes y sábados, incluyendo los miércoles, nos pasábamos Jorge Barouse, Guillermo Márquez Lizalde, Víctor Anchondo, etcétera, seis u ocho funcionarios municipales, dando pláticas con videos, con fotografías, con estadísticas en donde les mostrábamos a los diversos grupos, organizados de nuestra comunidad, lo que ocurría en El Palomar, lo que estaba proyectando, lo que era y lo que iba a ser, inclusive aprovechábamos para mostrarles las nuevas instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública, o sea la cárcel municipal, y les decíamos pásenle, pásenle, miren lo que están haciendo, aquí, miren como va quedando. Miren el esquema de dignidad, en el que van a ser ustedes alojados a partir de este momento, y ciérrenles la puerta, para que ustedes vean lo que es estar aquí alojados, en broma, ahí hacíamos las reuniones, en la cárcel pública. Poníamos mesas, y ahí cenábamos. Obviamente que a los grupos de consulta, cámaras, asociaciones, se les participó y nos apoyaron, no lo hicimos solos, pero la negociación, la negociación no la hicimos con intermediarios. En el ámbito político, fue algo muy parecido. Quizá usted es uno de los pocos gobernadores, que su familia no estuvo en contiendas políticas, digamos su familia directa. ¿Es un error, o un acierto, el tratar de mezclar a la familia? “No, no, depende de lo que sea la familia, lo que sucede es que en mi familia, el único que siguió la ruta de la política, por una casualidad, fui yo. Mi bisabuelo fue alcalde de Santa Eulalia, y mi abuelo fue durante varios periodos alcalde de San Francisco de Borjas, pero le estoy hablando de hace 80 o 100 años. No hay una relación directa de la política en mi familia, en donde haya habido una difusión de los miembros de la familia. Así es que primos y tíos participaron, pero no en la política en los puestos de elección popular. Por lo tanto, pues no se incorporó a miembros de mi familia a esta actividad. Y además, siempre los tuve a buena distancia. ¿Por qué?, pues por lo mismo, si no estaban con conocimiento de la administración pública,. No en el aspecto político y político electoral, bueno, pues entonces no es tiempo de traer aprendices cuando está uno ya en la necesidad de traer gente capaz. Pero esa es una práctica común en México. El Verde Ecologista, el Partido del Trabajo, el PRI en algunas áreas de México, inclusive en el Estado de Chihuahua “Son los estilos de esos partidos, a los que usted señala, pero no los critico. Y yo no lo voy a contra decir”. Candidato, usted es el resultado de un milagro, y veo en ese milagro, algo muy especial. Después de haber sufrido el accidente que… “Cuando me caí de la troca”, ataja Patricio Martínez. No intenta evitar el tema, bromea con el momento más difícil de su vida, cuando recibió un balazo en la parte baja de la cabeza. Continúa el reportero: el accidente cuando se cayó de la troca, y ver que quedó con vida, yo veo ahí la mano de Dios. No sé desde su óptica candidato, ¿fue un milagro de Dios? “Definitivamente, definitivamente, creo que una voluntad superior intervino para que aquella gravísima herida, no fuera lesiva. El neurocirujano, excelente maestro de la neurocirugía mundial que me hizo la segunda intervención en Phoenix, Arizona, después de las tres exitosas que me hicieron; tres neurocirujanos en Chihuahua, pero limitados por la falta de equipo, por eso tuve que salir a donde hubiera equipo…cuando llego, a las 8 de la mañana de aquel viernes 19 de enero, del 2001, me sacaron unas tomografías, con el estudio en la mano llegó el doctor Robert Esptzler, se para lado de la camilla donde me tenían, y me dijo: Patricio, me habló en inglés, aquí tengo la tomografía, hay que operarlo, lo que veo es que no podemos dejar de operarlo. En su cerebro tiene resto de pelo, hueso, esquiarlas, y polvo. Además de algunos pequeños coágulos. Ternemos que operarlo para sacar todo eso, y sobre todo para limpiar y evitar una infección. Porque una infección en el cerebro, es my difícil de combatir. Unos minutos antes le había dicho a mi familia, a mi señora… y mi esposa le dijo ‘dígaselo a él, está consciente’. Yo estaba siempre descansando, con los ojos cerrados, aportando tranquilidad a mi condición, entonces ya cuando oigo aquello, abro los ojos y el doctor dice “ah ¿está despierto?”. Sí, estoy despierto, entonces. Entonces ya me lo dice a mí y le contesto, ¿ha hecho estas operaciones? Sí, responde. ¿Cuántas? Muchas. ¿Con que probabilidad de éxito? 80% a 20% de éxito, no de quedar perfecto, sino de sobrevivir. Bueno, le dije, adelante. Yo soy del 80. El doctor estaba así, con una mano hacia atrás, con una carpeta de fribracel y un gancho en la mano. Lo saca y me ordena: ¡fírmele! Y yo le firme, con toda la implicación que tiene una autorización de ese tipo. Bueno, la operación fue muy dura, fueron varias horas. El postoperatorio fue terrible. La peor noche de mi vida ahí la pase, la peor, la peor. Incluya usted ahí lo que quiera, lo que quiera, desde el nacimiento. ¿Sufría estando consiente? “Sí, claro al despertar de la operación. Una noche de horror, de horror, de horror”. ¿Qué pasa por la mente en esos momentos? “Son los dolores que se originan después de quitar los analgésicos y empiezan a probar cómo está reaccionando el cerebro, bueno, le duele, hasta el pelo, hasta el pelo le duele a uno. ¿Desear en ese momento la muerte? “No, no desearla, decir bueno saben, ya estuvo, oigan, háblenle al doctor: Oiga doctor, dime qué está pasando, ya estoy hasta la madre. Me voy a morir, si me voy a morir dímelo. Dímelo a, pa’ bajar la cortina y cerrar el switch, porque me dolía respirar. Cada respirada, era dolor. Entonces decía, pues nomas dejo de respirar y me muero. Entonces ahí la intervención del doctor es enérgica y me dice: ¡que no entiendes que se cayó el avión de Aeroméxico, que todos se mataron y que tu nada más vives, quieres más prueba, tienes que seguirle! Bueno, pues a seguirle. Bueno, pero pasaron los días, a los 3 días me dice el neurocirujano: en mis 25 años, usted es un hombre de suerte, en mis 25 años de neurocirujano, he operado a miles, por traumatismo craneoencefálicos, golpes, fracturas, proyectiles, muchos se han muerto, muchos se han salvado, pero ninguno, nada más usted, ha quedado intacto, Así que usted dirá. ¿El recuerdo de ese día está todavía en la mente? “No”. ¿En las noches…? “A mí no me persiguen ningún fantasma, soy un hombre que tiene su conciencia tranquila, he hecho en la vida lo correcto. Vivo en paz, y no nada más en paz, sin obsesiones, sin amarguras, no me persiguen los fantasmas ni de eso, ni de nada, ni de nadie, no solamente estoy en paz, vivo la vida con alegría. No se si se me note. Usted sabe lo que es tener un reintegro ¿verdad? , donde va a cobrar el billete de lotería. Si lo sabe, lo ha experimentado, bueno, pues hágalo con la vida. ¿Estaría triste? ¿Lo perseguirían los fantasmas de que se sacó el dinero y lo perdió? ¿Sacó la vida y no la perdió? No, pues cuál fantasma lo va a perseguir, ni uno. Al contrario, yo creo que eso permite ser más positivo en la vida, y sobre todo luchar más, por las cosas que hay que luchar en la vida, y despreciar muchas pamplinas, muchas insignificancias, por las que muchos discuten, pelean, manosean la vida y manosean los asuntos. Dice uno: bueno ¿y eso pa qué?, que no entienden que es una rabia, no lo entienden. Yo si lo entiendo. (Espere la segunda parte)

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