En una nueva versión del hartazgo ciudadano en contra de los agentes de la Policía Federal, el alcalde Héctor Murguía y sus escoltas, confrontaron a un convoy de agentes al servicio de la Secretaría Federal de Seguridad Pública que, al cabo de un año, se han adueñado de la ciudad sin que nadie les ponga un freno.
Era, el de ayer, el tercer incidente que involucra al alcalde Murguía y sus escoltas. El primero resultó funesto al caer abatido por las balas uno de los escoltas del presidente municipal que fue sorprendido en un callejón oscuro por los federales.
El segundo incidente fue muy parecido al de ayer, los agentes federales, en convoy, como ya es costumbre, conducían apuntando con sus armas largas a los automovilistas juarenses, hecho que indignó al alcalde luego de que las camionetas que lo custodian en la que él viaja, fueran alcanzados y amenazados por los federales.
Independientemente del lenguaje enérgico del alcalde Murguía que, una vez más, fue lo suficientemente enfático para decirles, a nombre del pueblo juarense, lo que todo mundo pensamos de los agentes federales; el presidente municipal volvió a exponer su integridad al romper el protocolo de seguridad y descender del vehículo blindado en el que viajaba para confrontar a policías de un ínfimo rango en el organigrama de la corporación.
“Por eso los repudian los juarenses”, habría dicho el alcalde juarense que nunca perdió los estribos mucho menos el estilo.
El reclamo justo ha ido en aumento en los últimos días. Ese hartazgo empieza a generar reacciones políticas más allá de las meras cortesías y palabras adornadas.
Hace unos días, el gobernador César Duarte emitió, según una versión de prensa, emitió la segunda alusión al gobierno que encabezó el también priísta José Reyes Baeza, a quien abiertamente lanzó el reclamo de haberle heredado una administración quebrada económicamente y un estado convulsionado por una delincuencia desbordada y nunca atendida por el anterior gobernante.
Unos días antes, el gobernador Duarte había hecho otra alusión, también enérgica, en el sentido de hacer notar que mucha de la infraestructura hospitalaria nada más se inauguró pero nunca se equipó. El equipamiento equivale a más de 200 millones de pesos, algo difícil de realizar en estos momentos de crisis.
Al arribo de los nuevos gobernantes lo que menos se esperaba era el silencio de César Duarte y Héctor Murguía (en Juárez). El deseo de conocer la verdad respecto a la realidad de las administraciones heredadas, es una de las facturas pendientes de ambos políticos.
Estoy seguro que nadie se chupa el dedo como para creer que heredaron el paraíso terrenal cuando es visible, que están cargando con el lastre de dos administraciones marcadas por el caos y la desvergüenza.
Otra sorpresa, son las expresiones peyorativas y descriptivas de lo que fue la caótica administración de José Reyes Ferriz en la alcaldía de Juárez. Independientemente de los apelativos nada favorables que lanzan algunos políticos cercanos al PRI y al alcalde Murguía, al ex presidente municipal lo denominan ‘el traidor más grande de la historia de Juárez’.
Además, se la acusa que junto con un grupo de personas cercanas a él, han estado maniobrando acciones de desestabilización en contra de la administración municipal que encabeza Héctor Murguía.
Y no únicamente se lanza esa acusación. Por ejemplo se ha revelado que medios de comunicación que estuvieron defendiendo desde el extranjero la figura de José Reyes Ferriz recibieron recursos excepcionales, pactados por el Director de Comunicación Social del Municipio, Sergio Belmonte.
Una de esas canonjías la recibió la cadena Telemundo que pactó una iguala de 400 mil pesos mensuales, como convenio publicitario.
Esa misma tendencia se repitió en otros medios de comunicación de Juárez y El Paso, Texas.
POSICIONES EN AUMENTO
Si algo queda claro en este posicionamiento es la forma en que los discursos han ido subiendo de tono. Luego de cinco meses de absurdas posiciones gubernamentales, finalmente, el gobierno estatal, a través de sus voceros, logró entender que la cortesía y las palabras aterciopeladas no eran un buen camino para lograr una solución al problema de los autos chuecos.
Los diferentes actores subieron el tono de sus declaraciones, considerando la posición de la federación con el tema de los autos chuecos como una burla, hecho que sirvió para que los responsables de la política económica y el propio presidente de la República pudieran entender, a cabalidad, que no se puede seguir jugando con los juarenses.
Poco antes de estos discursos, en una reunión celebrada en ciudad Juárez, el alcalde Murguía había escalado las notas altas al puntualizar, ante el Secretario de Economía, Bruno Ferrari y el propio gobernador del Estado, que el problema de Juárez (la inseguridad, la pobreza, el cierre de negocios) se resolvería si no se creaban auténticas fuentes de empleos e inversiones directas, además de solucionar la tasa impositiva federal.
Los mejoralitos que la federación nos ha dado, con sus ‘empleitos’ temporales para los pobres, no es más que una forma anárquica de intentar resolver un problema que tiene tantas variantes y un alto grado de complejidad.
GRITAR, A VECES ES NECESARIO
En esta nueva confrontación entre alcalde y federales, motivada por la forma en que la dependencia federal realiza sus operativos en Ciudad Juárez, sacó a la luz la concepción ideal de lo que debe de ser la posición de quienes nos gobiernan, pero también de cualquier ciudadano que está harto de los excesos en los que ha incurrido la policía (en todos los niveles de gobierno) y las entidades que ejercen poder.
El incidente se presentó justamente en el momento en que los familiares de un padre de familia acudía a interponer una demanda por abuso de autoridad y homicidio, en contra - ¡otra vez!- del grupo Delta que, en un real enfrentamiento con criminales, detuvo a un hombre desarmado, lo hincó y lo asesinó, sin que el empleado de maquiladora tuviera alguna vinculación con el caso, según lo declararon ayer testigos y personas allegadas al difunto.
Pareciera pues que la tendencia de confrontación entre policías y sociedad desprotegida, se realiza con toda impunidad.
Qué conveniente es que en estos tiempos de crisis social, económica y de seguridad, los ciudadanos podamos observar muestras gonadales de parte de nuestros gobernantes… deseamos que esa representación sea efectiva, no aspavientos ni exabruptos pasajeros que se resuelven después, en lo oscurito, en reuniones cupulares, donde no invitan a los medios.
De nada nos sirve que el gobernador del Estado declare durante sus giras por la entidad que “a mi no me tiemblan las corvas para enfrentar los problemas de Chihuahua”, si no hay posiciones definitivas y convincentes de que no le está temblando nada.
Lo mismo sucede con el alcalde Murguía y sus discursos del rescate de la ciudad. Ni autoridades, ni ciudadanos, podemos exigir respeto cuando estamos de rodillas o cuando nuestra posición de exigencia se consuma bajo criterios convenencieros.
Es evidente que muchos programas sociales que están bajando a través de Sedesol y que son entregados al municipio, se reciben aplicando el método del pordioserismo, aguantando a los chilangos y funcionarios federales estridentes, que dan los recursos a cuenta gotas y como si fueran de ellos.
No es ninguna concesión graciosa del gobierno federal buscar que la pobreza sea abatida, o que se regularicen los carros chuecos, o que se combata la delincuencia. Los tres problemas proceden de una mala política de Estado y tienen una amplia corresponsabilidad con la forma en que la federación intenta gobernar este país.
Los pobres ellos los generaron por sus malas políticas sociales y económicas; los autos chuecos entraron por las aduanas que ellos mismos cuidan; y la delincuencia es un lastre que se ha dejado crecer por no atender, desde la esfera federal (que es su competencia), el crimen organizado.
EJEMPLOS DE VIRILIDAD
Observar a la primera autoridad de la ciudad discutir con agentes policiacos carentes de entendimiento, no es agradable, pues, a la distancia, se observa a un presidente municipal rebajado en su investidura, pero muy en el fondo nos agrada ver que nuestro gobernante pone en su lugar a estos facinerosos, corruptos y prepotentes agentes que son responsables de actos criminales aprovechando el caos de la ciudad. Hay muchas versiones y muchas evidencias de que estos agentes roban, participan en secuestros, extorsiones y crímenes.
Esa misma virilidad de nuestro alcalde nos gustaría observarla poniendo un alto al grupo Delta y a la agrupación más corrupta de Juárez, los agentes de la Tránsito que están acobardados, encerrados a piedra y lodo, por temor a ser víctimas de un atentado.
Sería un buen momento para que el alcalde baje de su Suburban blindada y enfrente a los agentes de Tránsito (los más corruptos de la ciudad) al momento en que intimidan a mujeres y a personas humildes a quienes, finalmente, extorsionan y quitan lo que con tanto sacrificio se logra, como si fueran, o más bien, como lo que son, auténticos delincuentes.
NO ESPERAR MUCHO
Y no se puede esperar mucho del poder que nos gobierna. Ayer, el Congreso del Estado emitió un acuerdo muy acobardado, en donde ‘exhorta’, no ‘exige’ “respetuosamente” al Gobierno Federal, por conducto de las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Comunicaciones y Transportes, así como a la Cámara de Senadores, a que realice los trámites necesarios ante el Gobierno de los Estados Unidos de América, para la apertura de un cruce internacional no comercial en Anapra–Sunland Park, así mismo, se gestiones la modernización y ampliación de las instalaciones de los cruces internacionales de Berrendo–Anteelope Wells y Tornillo–Guadalupe, con el fin de desahogar el flujo que se registra en los cruces internacionales existentes y con ello mejoraría la salud ambiental de la zona al reducir las emisiones de los automóviles en espera de cruzar.
Esta solicitud, firmada por el diputado juarense Gerardo Hernández y por el diputado Alex Le Barón, ambos del PRI, es otra muestra del excesivo servilismo con el que operan quienes tienen la misión de legislar.
La iniciativa es con el fin de desahogar el flujo que registra en los cruces Internacionales existentes y con ello mejorar la salud ambiental en la zona, al reducir las emisiones producidas por los automóviles en espera de realizar el cruce respectivo a su destino.
Imagine usted cuando esta solicitud llegue, ¡si es que llega!, a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y al Senado de la República. La misiva será almacenada en el mismo sitio donde las dependencias citadas acomodan el papel marca Pétalo.
O qué, ¿creerán los diputados Hernández y Le Barón que las dos secretarias y los senadores no durmieron la noche de ayer en espera de la misiva? ¿creen los diputados chihuahuenses que hoy mismo, el presidente Obama, aún mareado por la muerte de Osama, estará en espera de la minuta que expedirá la SRE de México para obedecer a los diputados?
A eso nos referimos cuando hacemos la observación de las posiciones infantiles, ingenuas y faltas de visión de nuestros diputados que, todavía, se atreven a enviar boletines de prensa dando a conocer su absurda decisión de exhortar a los Estados Unidos.
Lo que ignoran estos ingenuos, es que todos los días, los juarenses que corren hacia los Estados Unidos a refugiarse por la noche de la violencia de Juárez, utilizan un arma más poderosa para la protesta: el claxon del vehículo y las caras de repudio a la política denigrante de los Estados Unidos de generar ese clima de odio hacia los que cruzan a ese país, sean de nuestra república mexicana o de cualquier otro continente.
Escriba a Rafael Navarro dirjua@prodigy.net.mx Lea las columnas atrasadas en www.codigobering.blogspot.com
Era, el de ayer, el tercer incidente que involucra al alcalde Murguía y sus escoltas. El primero resultó funesto al caer abatido por las balas uno de los escoltas del presidente municipal que fue sorprendido en un callejón oscuro por los federales.
El segundo incidente fue muy parecido al de ayer, los agentes federales, en convoy, como ya es costumbre, conducían apuntando con sus armas largas a los automovilistas juarenses, hecho que indignó al alcalde luego de que las camionetas que lo custodian en la que él viaja, fueran alcanzados y amenazados por los federales.
Independientemente del lenguaje enérgico del alcalde Murguía que, una vez más, fue lo suficientemente enfático para decirles, a nombre del pueblo juarense, lo que todo mundo pensamos de los agentes federales; el presidente municipal volvió a exponer su integridad al romper el protocolo de seguridad y descender del vehículo blindado en el que viajaba para confrontar a policías de un ínfimo rango en el organigrama de la corporación.
“Por eso los repudian los juarenses”, habría dicho el alcalde juarense que nunca perdió los estribos mucho menos el estilo.
El reclamo justo ha ido en aumento en los últimos días. Ese hartazgo empieza a generar reacciones políticas más allá de las meras cortesías y palabras adornadas.
Hace unos días, el gobernador César Duarte emitió, según una versión de prensa, emitió la segunda alusión al gobierno que encabezó el también priísta José Reyes Baeza, a quien abiertamente lanzó el reclamo de haberle heredado una administración quebrada económicamente y un estado convulsionado por una delincuencia desbordada y nunca atendida por el anterior gobernante.
Unos días antes, el gobernador Duarte había hecho otra alusión, también enérgica, en el sentido de hacer notar que mucha de la infraestructura hospitalaria nada más se inauguró pero nunca se equipó. El equipamiento equivale a más de 200 millones de pesos, algo difícil de realizar en estos momentos de crisis.
Al arribo de los nuevos gobernantes lo que menos se esperaba era el silencio de César Duarte y Héctor Murguía (en Juárez). El deseo de conocer la verdad respecto a la realidad de las administraciones heredadas, es una de las facturas pendientes de ambos políticos.
Estoy seguro que nadie se chupa el dedo como para creer que heredaron el paraíso terrenal cuando es visible, que están cargando con el lastre de dos administraciones marcadas por el caos y la desvergüenza.
Otra sorpresa, son las expresiones peyorativas y descriptivas de lo que fue la caótica administración de José Reyes Ferriz en la alcaldía de Juárez. Independientemente de los apelativos nada favorables que lanzan algunos políticos cercanos al PRI y al alcalde Murguía, al ex presidente municipal lo denominan ‘el traidor más grande de la historia de Juárez’.
Además, se la acusa que junto con un grupo de personas cercanas a él, han estado maniobrando acciones de desestabilización en contra de la administración municipal que encabeza Héctor Murguía.
Y no únicamente se lanza esa acusación. Por ejemplo se ha revelado que medios de comunicación que estuvieron defendiendo desde el extranjero la figura de José Reyes Ferriz recibieron recursos excepcionales, pactados por el Director de Comunicación Social del Municipio, Sergio Belmonte.
Una de esas canonjías la recibió la cadena Telemundo que pactó una iguala de 400 mil pesos mensuales, como convenio publicitario.
Esa misma tendencia se repitió en otros medios de comunicación de Juárez y El Paso, Texas.
POSICIONES EN AUMENTO
Si algo queda claro en este posicionamiento es la forma en que los discursos han ido subiendo de tono. Luego de cinco meses de absurdas posiciones gubernamentales, finalmente, el gobierno estatal, a través de sus voceros, logró entender que la cortesía y las palabras aterciopeladas no eran un buen camino para lograr una solución al problema de los autos chuecos.
Los diferentes actores subieron el tono de sus declaraciones, considerando la posición de la federación con el tema de los autos chuecos como una burla, hecho que sirvió para que los responsables de la política económica y el propio presidente de la República pudieran entender, a cabalidad, que no se puede seguir jugando con los juarenses.
Poco antes de estos discursos, en una reunión celebrada en ciudad Juárez, el alcalde Murguía había escalado las notas altas al puntualizar, ante el Secretario de Economía, Bruno Ferrari y el propio gobernador del Estado, que el problema de Juárez (la inseguridad, la pobreza, el cierre de negocios) se resolvería si no se creaban auténticas fuentes de empleos e inversiones directas, además de solucionar la tasa impositiva federal.
Los mejoralitos que la federación nos ha dado, con sus ‘empleitos’ temporales para los pobres, no es más que una forma anárquica de intentar resolver un problema que tiene tantas variantes y un alto grado de complejidad.
GRITAR, A VECES ES NECESARIO
En esta nueva confrontación entre alcalde y federales, motivada por la forma en que la dependencia federal realiza sus operativos en Ciudad Juárez, sacó a la luz la concepción ideal de lo que debe de ser la posición de quienes nos gobiernan, pero también de cualquier ciudadano que está harto de los excesos en los que ha incurrido la policía (en todos los niveles de gobierno) y las entidades que ejercen poder.
El incidente se presentó justamente en el momento en que los familiares de un padre de familia acudía a interponer una demanda por abuso de autoridad y homicidio, en contra - ¡otra vez!- del grupo Delta que, en un real enfrentamiento con criminales, detuvo a un hombre desarmado, lo hincó y lo asesinó, sin que el empleado de maquiladora tuviera alguna vinculación con el caso, según lo declararon ayer testigos y personas allegadas al difunto.
Pareciera pues que la tendencia de confrontación entre policías y sociedad desprotegida, se realiza con toda impunidad.
Qué conveniente es que en estos tiempos de crisis social, económica y de seguridad, los ciudadanos podamos observar muestras gonadales de parte de nuestros gobernantes… deseamos que esa representación sea efectiva, no aspavientos ni exabruptos pasajeros que se resuelven después, en lo oscurito, en reuniones cupulares, donde no invitan a los medios.
De nada nos sirve que el gobernador del Estado declare durante sus giras por la entidad que “a mi no me tiemblan las corvas para enfrentar los problemas de Chihuahua”, si no hay posiciones definitivas y convincentes de que no le está temblando nada.
Lo mismo sucede con el alcalde Murguía y sus discursos del rescate de la ciudad. Ni autoridades, ni ciudadanos, podemos exigir respeto cuando estamos de rodillas o cuando nuestra posición de exigencia se consuma bajo criterios convenencieros.
Es evidente que muchos programas sociales que están bajando a través de Sedesol y que son entregados al municipio, se reciben aplicando el método del pordioserismo, aguantando a los chilangos y funcionarios federales estridentes, que dan los recursos a cuenta gotas y como si fueran de ellos.
No es ninguna concesión graciosa del gobierno federal buscar que la pobreza sea abatida, o que se regularicen los carros chuecos, o que se combata la delincuencia. Los tres problemas proceden de una mala política de Estado y tienen una amplia corresponsabilidad con la forma en que la federación intenta gobernar este país.
Los pobres ellos los generaron por sus malas políticas sociales y económicas; los autos chuecos entraron por las aduanas que ellos mismos cuidan; y la delincuencia es un lastre que se ha dejado crecer por no atender, desde la esfera federal (que es su competencia), el crimen organizado.
EJEMPLOS DE VIRILIDAD
Observar a la primera autoridad de la ciudad discutir con agentes policiacos carentes de entendimiento, no es agradable, pues, a la distancia, se observa a un presidente municipal rebajado en su investidura, pero muy en el fondo nos agrada ver que nuestro gobernante pone en su lugar a estos facinerosos, corruptos y prepotentes agentes que son responsables de actos criminales aprovechando el caos de la ciudad. Hay muchas versiones y muchas evidencias de que estos agentes roban, participan en secuestros, extorsiones y crímenes.
Esa misma virilidad de nuestro alcalde nos gustaría observarla poniendo un alto al grupo Delta y a la agrupación más corrupta de Juárez, los agentes de la Tránsito que están acobardados, encerrados a piedra y lodo, por temor a ser víctimas de un atentado.
Sería un buen momento para que el alcalde baje de su Suburban blindada y enfrente a los agentes de Tránsito (los más corruptos de la ciudad) al momento en que intimidan a mujeres y a personas humildes a quienes, finalmente, extorsionan y quitan lo que con tanto sacrificio se logra, como si fueran, o más bien, como lo que son, auténticos delincuentes.
NO ESPERAR MUCHO
Y no se puede esperar mucho del poder que nos gobierna. Ayer, el Congreso del Estado emitió un acuerdo muy acobardado, en donde ‘exhorta’, no ‘exige’ “respetuosamente” al Gobierno Federal, por conducto de las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Comunicaciones y Transportes, así como a la Cámara de Senadores, a que realice los trámites necesarios ante el Gobierno de los Estados Unidos de América, para la apertura de un cruce internacional no comercial en Anapra–Sunland Park, así mismo, se gestiones la modernización y ampliación de las instalaciones de los cruces internacionales de Berrendo–Anteelope Wells y Tornillo–Guadalupe, con el fin de desahogar el flujo que se registra en los cruces internacionales existentes y con ello mejoraría la salud ambiental de la zona al reducir las emisiones de los automóviles en espera de cruzar.
Esta solicitud, firmada por el diputado juarense Gerardo Hernández y por el diputado Alex Le Barón, ambos del PRI, es otra muestra del excesivo servilismo con el que operan quienes tienen la misión de legislar.
La iniciativa es con el fin de desahogar el flujo que registra en los cruces Internacionales existentes y con ello mejorar la salud ambiental en la zona, al reducir las emisiones producidas por los automóviles en espera de realizar el cruce respectivo a su destino.
Imagine usted cuando esta solicitud llegue, ¡si es que llega!, a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y al Senado de la República. La misiva será almacenada en el mismo sitio donde las dependencias citadas acomodan el papel marca Pétalo.
O qué, ¿creerán los diputados Hernández y Le Barón que las dos secretarias y los senadores no durmieron la noche de ayer en espera de la misiva? ¿creen los diputados chihuahuenses que hoy mismo, el presidente Obama, aún mareado por la muerte de Osama, estará en espera de la minuta que expedirá la SRE de México para obedecer a los diputados?
A eso nos referimos cuando hacemos la observación de las posiciones infantiles, ingenuas y faltas de visión de nuestros diputados que, todavía, se atreven a enviar boletines de prensa dando a conocer su absurda decisión de exhortar a los Estados Unidos.
Lo que ignoran estos ingenuos, es que todos los días, los juarenses que corren hacia los Estados Unidos a refugiarse por la noche de la violencia de Juárez, utilizan un arma más poderosa para la protesta: el claxon del vehículo y las caras de repudio a la política denigrante de los Estados Unidos de generar ese clima de odio hacia los que cruzan a ese país, sean de nuestra república mexicana o de cualquier otro continente.
Escriba a Rafael Navarro dirjua@prodigy.net.mx Lea las columnas atrasadas en www.codigobering.blogspot.com
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