Esta semana que concluyó fue pletórica en cuanto al ejercicio de las piezas oratorias con un amplio sentido de justicia y de reclamo de una auténtica seguridad para los mexicanos.
Por fortuna, el pensamiento, como ejercicio pleno del hombre, como un don por encima del instinto animal vuelve a tomar las calles para dejar atrás la diatriba, el mensaje arrabalero de los ‘Juanitos’ (versión Distrito Federal); de la ‘Pechocha’ (en Ciudad Juárez) y de Fernández Noroña, Vicente Fox y López Obrador (en el ámbito político).
Tenía que ser así. No existía una lógica, ni histórica ni política, que agotara el nivel de debatir públicamente.
Y en todo esto, hay una lógica social y política, las instituciones han sido tomadas por arrabaleros, por indoctos de la palabra, por meretrices del pensamiento. Son los tiempos del discurso tergiversado, enmarañado que proviene del pragmatismo heredado por la era de las comunicaciones que se han empobrecido el lenguaje y las ideas.
Si un político no está en Facebook o Twitter, no es más que un pobre político obsoleto, sobrepasado por la tecnología. Con ser popular en las herramientas de navegación de Internet es suficiente. Ahora conocemos su pobre perfil, sus pensamientos mediocres, sus mecanismos de diversión a través de las fotos que pone a disposición de los cibernautas.
En ese entorno político, el surgimiento de un movimiento social, derivado de la falta de seguridad en nuestro país, provocó un nuevo levantamiento en México.
Ya no fueron los ricos empresarios, agraviados por el dolor de la muerte o el secuestro letal de un ser querido, sino los intelectuales del país, los que prodigan el pensamiento, antes que la política, los que se levantaron a exigir justicia.
En estos nuevos movimientos, el reclamo es justo y equilibrado; ya no están al frente los cínicos gobernantes, que han logrado frenar todo movimiento social y político ofreciendo el mismo dinero del pueblo, como si la muerte y la inseguridad, pudieran ser sujetos a alguna negociación.
El poeta, maestro y periodista, Javier Sicilia, no es un adalid, ni un personaje fuera de serie. Es como todo ser humano, normal, común y corriente; con antecedentes que lo ligan a los intentos jesuitas de instaurar el control fáctica del Marxismo a través de las Comunidades Eclesiales de Base; fue aquel intento perverso por tratar de organizar, pero peor aún, controlar, a los sectores pobres del mundo.
Ese antecedente no lo descalifica, sino lo fortalece, porque es un creyente del Evangelio salvífico y vivificante de Jesús; lo fortalece el hecho de ser un intelectual, ligado ampliamente a una corriente literaria que le da finura a la expresión.
Cuando pidió la salida de Genaro García Luna, el actual Secretario de Seguridad Pública Federal, lo hizo de tal forma que etiquetó el contenido de su discurso con el principio del razonamiento que proviene del sentido común. No lo hizo en verso, como todo buen poeta, lo hizo en el más amplio sentido de lo que significa la justicia.
EL DETRIMENTO DE LA POLÍTICA
Un logro obtenido en todo el mundo y que se multiplica en el país, es la inclusión de intelectuales a los programas de análisis que se transmiten por radio y televisión en todo México. En Juárez esa naciente idea está en ciernes, porque los dueños de las cadenas televisivas y radiofónicas, que son unos auténticos gánster de la comunicación, no podrían sujetar el pensamiento como aprisionan la necesidad de empleo de cientos de periodistas y seudolocutores.
El político, hambriento de más poder y de espacios de exposición de ideas, han sido exhibidos por los intelectuales, por los pensadores que están en los medios electrónicos, como lo que son: hombres carentes de doctrina social y política; aprendices de la retórica barata; prófugos del razonamiento como una forma de vida… náufragos de las bellas artes.
Pero no únicamente la política ha sido exhibida como lo que es, sino las otras estructuras paralelas del poder, como es la voraz iniciativa privada, el clero y los ministras del culto (en cualquiera de sus manifestaciones) y todos aquellos grupúsculos que comparten aspiran al poder y se sientan en las piernas de los poderosos, haciendo su papel de meretrices.
Todo mundo se asusta de las encuestas reprobatorias de las instituciones de este país, como el hecho de ser uno de los países más corruptos del orbe, con instituciones corrompidas hasta el tuétano; nos ruborizamos porque tenemos políticos y gobernantes mentirosos, que prometen y no cumplen; nos espantamos de que tengamos maestros reprobados como tales o instituciones sin Transparencia… o un nivel de tercero de primaria en nuestra educación global.
Sin embargo a nadie le importa conocer la medición técnica y ética de quienes nos gobiernan. Una encuesta de opinión sobre los políticos mexicanos (que incluye a los de Juárez), reveló los siguientes indicadores:
¿Sabía usted que muchos políticos están reprobados en cultura general que no saben cuántos estados de la república tenemos y cuánto mide el país en metros cuadrados? ¿sabía usted que el promedio de libros leídos por los hombres que nos gobiernan, ascienden a 3 por año y ninguno rebasa las 100 páginas? ¿sabía usted que la información más importante que procesan en su vida cotidiana es el chisme y los asuntos triviales de sus contrincantes?
Lo más grave: ¿sabía usted que el tema más recurrente de los políticos en el gobierno es el análisis del sexo opuesto y la jerarquización de los niveles de atracción de sus compañeras de trabajo y amantes en turno?; ¿sabía que gastan mucho tiempo pagado por el pueblo en estar hablando de los senos, las pompis, las piernas y la vagina de las compañeras de trabajo?; ¿sabía usted que el gasto más alto de un político, fuera de los inherentes a sus hogares, es lo que destinan a mujeres (amantes) y vanidades? ¿sabía usted que los medicamentos que más consumen los políticos en el gobierno son los que aumentan su vanidad, su capacidad sexual (Viagra, Levitra, Cialis) y aquellos que les ayudan a tener mayor vigor en sus relaciones extramaritales como complementos vitamínicos comunes?
Esas estadísticas no están al alcance del ciudadano, que se sorprendería de saber que, una mayoría muy importante de quienes nos gobiernan, son sementales de la política, carentes de toda ética y de todo principio de doctrina.
Los niveles de infidelidad en la política son vergonzosos, pero en sus discursos manejan una doble moral, con la que intentan lavar su conciencia social, pero olvidando los oscuros momentos de su realidad en los eventos privados.
De ese modelo de gobernantes proviene el modelo de nación. Con todo respeto, pero la idiosincrasia de una nación no se puede centrar en los genitales de las secretarias o de las compañeras de trabajo de los que ostentan el gobierno.
El principio de la auténtica fe en lo que vamos a hacer, es hacerlo sin dominios matriarcales corrompidos por el Cialis y el Viagra, sino favorecidos por el pensamiento, por la legalidad en los actos del gobierno.
Es por eso que la palabra como tal, el pensamiento como una forma de vida, empieza a tomar auge. Ya no es gritar fuerte, sino usar las ideas como complemento a la acción. Los adjetivos son los revitalizadores de la vida social, es la catarsis del pueblo, pero han dejado de tener poder por la sobreexplotación de esa forma gramatical.
Decirle estúpido, imbécil, demagogo, corrupto, embustero, tramposo, cínico y hasta la versión más sofisticada del tonto, que concluye en ‘endejo’ a uno o varios de nuestros gobernantes, ya no es una ofensa que agreda, sino un cumplido.
Salir a gritar que ¡estamos hasta la madre! de los políticos, se ha convertido en una práctica tan ordinaria, como intrascendente, inocua, sin efecto alguno.
Si hace cien años un puñado de facinerosos lograron organizar al pueblo para acabar con la dictadura de Porfirio Díaz, ahora, ese pueblo, está listo, a través de sus ideas, del pensamiento, de la intransigencia con el poder, de poder derrocar la dictadura de los partidos políticos.
En uno de esos discursos destacables, proveniente del gobernador del Estado, se habló ya de luchar para acabar con la ‘dictadura del crimen organizado’.
En su escalada de ideas, el gobernador chihuahuense refirió que “el estallido revolucionario que se prendió tras el asesinato de Madero, había germinado y se había convertido en una conciencia social, el parte-aguas llega de nuevo, el hartazgo lo tenemos en este momento y es la oportunidad de tolerar la violencia o oponernos con inteligencia y destreza; hace un siglo se optó por la paz y las instituciones para transformarlas acorde a la sociedad para reforzar la semilla, la gran deuda de la república sigue vigente”, dijo el gobernador César Duarte.
Luego se cuestionó si el pecado de Ciudad Juárez ¿fue haber sido refugio de la República y la nación?; ¿haber sido aquí la consumación de la Revolución?; ¿haber logrado la revolución industrial y ser los más competitivos de la república?; ¿dar cobijo a miles de compatriotas, víctimas del modelo económico; ¿haber dado empleo pleno y oportunidades a muchos mexicanos que hoy son juarenses?
Ante todo esto manifestó en tono alto “no, Juárez ha sido la punta del desarrollo…la memoria histórica mexicana tiene una deuda con Ciudad Juárez y lo que representó, el fin de la dictadura pues los liberales lograron el surgimiento de un verdadero estado mexicano y la supremacía de la ley, así como un estado laico que garantizaba el respeto a todas las creencias y empezó lo que Daniel Cossío llamó la historia moderna de México”.
DISCURSO DE TETO
El alcalde Héctor Murguía dijo que los enemigos que tenemos actualmente son el crimen organizado, la humillación de la pobreza, la falta de trabajo y oportunidades, de salud, educación y cultura, que tiene en la ignorancia y en la enfermedad a miles de familias, que de todo el país, han llegado a Juárez.
Dijo que Madero y los revolucionarios no transigieron en lo fundamental y ahora no negociamos con quienes extorsionan y matan, no pactamos con los que han lastimado el amor, la dignidad y la integridad de seres humanos que quieren vivir en paz y sacar adelante a su familia, no toleramos a quienes han provocado tanto dolor y sobre todo llanto.
Escriba a Rafael Navarro dirjua@prodigy.net.mx Lea este artículo y los atrasados en www.codigobering.blogspot.com
Por fortuna, el pensamiento, como ejercicio pleno del hombre, como un don por encima del instinto animal vuelve a tomar las calles para dejar atrás la diatriba, el mensaje arrabalero de los ‘Juanitos’ (versión Distrito Federal); de la ‘Pechocha’ (en Ciudad Juárez) y de Fernández Noroña, Vicente Fox y López Obrador (en el ámbito político).
Tenía que ser así. No existía una lógica, ni histórica ni política, que agotara el nivel de debatir públicamente.
Y en todo esto, hay una lógica social y política, las instituciones han sido tomadas por arrabaleros, por indoctos de la palabra, por meretrices del pensamiento. Son los tiempos del discurso tergiversado, enmarañado que proviene del pragmatismo heredado por la era de las comunicaciones que se han empobrecido el lenguaje y las ideas.
Si un político no está en Facebook o Twitter, no es más que un pobre político obsoleto, sobrepasado por la tecnología. Con ser popular en las herramientas de navegación de Internet es suficiente. Ahora conocemos su pobre perfil, sus pensamientos mediocres, sus mecanismos de diversión a través de las fotos que pone a disposición de los cibernautas.
En ese entorno político, el surgimiento de un movimiento social, derivado de la falta de seguridad en nuestro país, provocó un nuevo levantamiento en México.
Ya no fueron los ricos empresarios, agraviados por el dolor de la muerte o el secuestro letal de un ser querido, sino los intelectuales del país, los que prodigan el pensamiento, antes que la política, los que se levantaron a exigir justicia.
En estos nuevos movimientos, el reclamo es justo y equilibrado; ya no están al frente los cínicos gobernantes, que han logrado frenar todo movimiento social y político ofreciendo el mismo dinero del pueblo, como si la muerte y la inseguridad, pudieran ser sujetos a alguna negociación.
El poeta, maestro y periodista, Javier Sicilia, no es un adalid, ni un personaje fuera de serie. Es como todo ser humano, normal, común y corriente; con antecedentes que lo ligan a los intentos jesuitas de instaurar el control fáctica del Marxismo a través de las Comunidades Eclesiales de Base; fue aquel intento perverso por tratar de organizar, pero peor aún, controlar, a los sectores pobres del mundo.
Ese antecedente no lo descalifica, sino lo fortalece, porque es un creyente del Evangelio salvífico y vivificante de Jesús; lo fortalece el hecho de ser un intelectual, ligado ampliamente a una corriente literaria que le da finura a la expresión.
Cuando pidió la salida de Genaro García Luna, el actual Secretario de Seguridad Pública Federal, lo hizo de tal forma que etiquetó el contenido de su discurso con el principio del razonamiento que proviene del sentido común. No lo hizo en verso, como todo buen poeta, lo hizo en el más amplio sentido de lo que significa la justicia.
EL DETRIMENTO DE LA POLÍTICA
Un logro obtenido en todo el mundo y que se multiplica en el país, es la inclusión de intelectuales a los programas de análisis que se transmiten por radio y televisión en todo México. En Juárez esa naciente idea está en ciernes, porque los dueños de las cadenas televisivas y radiofónicas, que son unos auténticos gánster de la comunicación, no podrían sujetar el pensamiento como aprisionan la necesidad de empleo de cientos de periodistas y seudolocutores.
El político, hambriento de más poder y de espacios de exposición de ideas, han sido exhibidos por los intelectuales, por los pensadores que están en los medios electrónicos, como lo que son: hombres carentes de doctrina social y política; aprendices de la retórica barata; prófugos del razonamiento como una forma de vida… náufragos de las bellas artes.
Pero no únicamente la política ha sido exhibida como lo que es, sino las otras estructuras paralelas del poder, como es la voraz iniciativa privada, el clero y los ministras del culto (en cualquiera de sus manifestaciones) y todos aquellos grupúsculos que comparten aspiran al poder y se sientan en las piernas de los poderosos, haciendo su papel de meretrices.
Todo mundo se asusta de las encuestas reprobatorias de las instituciones de este país, como el hecho de ser uno de los países más corruptos del orbe, con instituciones corrompidas hasta el tuétano; nos ruborizamos porque tenemos políticos y gobernantes mentirosos, que prometen y no cumplen; nos espantamos de que tengamos maestros reprobados como tales o instituciones sin Transparencia… o un nivel de tercero de primaria en nuestra educación global.
Sin embargo a nadie le importa conocer la medición técnica y ética de quienes nos gobiernan. Una encuesta de opinión sobre los políticos mexicanos (que incluye a los de Juárez), reveló los siguientes indicadores:
¿Sabía usted que muchos políticos están reprobados en cultura general que no saben cuántos estados de la república tenemos y cuánto mide el país en metros cuadrados? ¿sabía usted que el promedio de libros leídos por los hombres que nos gobiernan, ascienden a 3 por año y ninguno rebasa las 100 páginas? ¿sabía usted que la información más importante que procesan en su vida cotidiana es el chisme y los asuntos triviales de sus contrincantes?
Lo más grave: ¿sabía usted que el tema más recurrente de los políticos en el gobierno es el análisis del sexo opuesto y la jerarquización de los niveles de atracción de sus compañeras de trabajo y amantes en turno?; ¿sabía que gastan mucho tiempo pagado por el pueblo en estar hablando de los senos, las pompis, las piernas y la vagina de las compañeras de trabajo?; ¿sabía usted que el gasto más alto de un político, fuera de los inherentes a sus hogares, es lo que destinan a mujeres (amantes) y vanidades? ¿sabía usted que los medicamentos que más consumen los políticos en el gobierno son los que aumentan su vanidad, su capacidad sexual (Viagra, Levitra, Cialis) y aquellos que les ayudan a tener mayor vigor en sus relaciones extramaritales como complementos vitamínicos comunes?
Esas estadísticas no están al alcance del ciudadano, que se sorprendería de saber que, una mayoría muy importante de quienes nos gobiernan, son sementales de la política, carentes de toda ética y de todo principio de doctrina.
Los niveles de infidelidad en la política son vergonzosos, pero en sus discursos manejan una doble moral, con la que intentan lavar su conciencia social, pero olvidando los oscuros momentos de su realidad en los eventos privados.
De ese modelo de gobernantes proviene el modelo de nación. Con todo respeto, pero la idiosincrasia de una nación no se puede centrar en los genitales de las secretarias o de las compañeras de trabajo de los que ostentan el gobierno.
El principio de la auténtica fe en lo que vamos a hacer, es hacerlo sin dominios matriarcales corrompidos por el Cialis y el Viagra, sino favorecidos por el pensamiento, por la legalidad en los actos del gobierno.
Es por eso que la palabra como tal, el pensamiento como una forma de vida, empieza a tomar auge. Ya no es gritar fuerte, sino usar las ideas como complemento a la acción. Los adjetivos son los revitalizadores de la vida social, es la catarsis del pueblo, pero han dejado de tener poder por la sobreexplotación de esa forma gramatical.
Decirle estúpido, imbécil, demagogo, corrupto, embustero, tramposo, cínico y hasta la versión más sofisticada del tonto, que concluye en ‘endejo’ a uno o varios de nuestros gobernantes, ya no es una ofensa que agreda, sino un cumplido.
Salir a gritar que ¡estamos hasta la madre! de los políticos, se ha convertido en una práctica tan ordinaria, como intrascendente, inocua, sin efecto alguno.
Si hace cien años un puñado de facinerosos lograron organizar al pueblo para acabar con la dictadura de Porfirio Díaz, ahora, ese pueblo, está listo, a través de sus ideas, del pensamiento, de la intransigencia con el poder, de poder derrocar la dictadura de los partidos políticos.
En uno de esos discursos destacables, proveniente del gobernador del Estado, se habló ya de luchar para acabar con la ‘dictadura del crimen organizado’.
En su escalada de ideas, el gobernador chihuahuense refirió que “el estallido revolucionario que se prendió tras el asesinato de Madero, había germinado y se había convertido en una conciencia social, el parte-aguas llega de nuevo, el hartazgo lo tenemos en este momento y es la oportunidad de tolerar la violencia o oponernos con inteligencia y destreza; hace un siglo se optó por la paz y las instituciones para transformarlas acorde a la sociedad para reforzar la semilla, la gran deuda de la república sigue vigente”, dijo el gobernador César Duarte.
Luego se cuestionó si el pecado de Ciudad Juárez ¿fue haber sido refugio de la República y la nación?; ¿haber sido aquí la consumación de la Revolución?; ¿haber logrado la revolución industrial y ser los más competitivos de la república?; ¿dar cobijo a miles de compatriotas, víctimas del modelo económico; ¿haber dado empleo pleno y oportunidades a muchos mexicanos que hoy son juarenses?
Ante todo esto manifestó en tono alto “no, Juárez ha sido la punta del desarrollo…la memoria histórica mexicana tiene una deuda con Ciudad Juárez y lo que representó, el fin de la dictadura pues los liberales lograron el surgimiento de un verdadero estado mexicano y la supremacía de la ley, así como un estado laico que garantizaba el respeto a todas las creencias y empezó lo que Daniel Cossío llamó la historia moderna de México”.
DISCURSO DE TETO
El alcalde Héctor Murguía dijo que los enemigos que tenemos actualmente son el crimen organizado, la humillación de la pobreza, la falta de trabajo y oportunidades, de salud, educación y cultura, que tiene en la ignorancia y en la enfermedad a miles de familias, que de todo el país, han llegado a Juárez.
Dijo que Madero y los revolucionarios no transigieron en lo fundamental y ahora no negociamos con quienes extorsionan y matan, no pactamos con los que han lastimado el amor, la dignidad y la integridad de seres humanos que quieren vivir en paz y sacar adelante a su familia, no toleramos a quienes han provocado tanto dolor y sobre todo llanto.
Escriba a Rafael Navarro dirjua@prodigy.net.mx Lea este artículo y los atrasados en www.codigobering.blogspot.com
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